Los siguientes protocolos pueden observarse en la Diócesis de Savannah a partir del Domingo de Pentecostés, 23 de mayo de 2021:
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Las cintas ó cualquier otro material utilizado para marcar los bancos pueden eliminarse y se recomienda mantener una distancia de al menos tres pies entre personas que no viven en la misma casa. Cada individuo y familias deben asumir la responsabilidad personal de sus decisiones y mostrar respeto por los demás.
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Es muy recomendable el uso de mascarillas, especialmente cuando los fieles están dentro de la Iglesia y otros edificios parroquiales.
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A criterio del sacerdote del lugar, el agua bendita puede ser reintroducida en las entradas de la iglesia. Si hay agua bendita, debe remplazarse regularmente (unas cuantas veces a la semana).
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A criterio del sacerdote del lugar, los misales y libros de canto pueden colocarse en los bancos. El uso de los libros es una decisión personal.
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Desinfectante de manos debe estar disponible para los feligreses en las entradas de la iglesia.
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Los ujieres y los ministros de bienvenida deben abstenerse de estrechar la mano al dar la bienvenida a los feligreses.
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Se deberá retomar la procesión de las ofrendas.
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Los monaguillos deben volver a sus responsabilidades previas a la pandemia.
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La colecta se puede recoger utilizando canastos de asa larga.
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Se deberá hacer el Saludo de Paz con la invitación: «Ofrezcamos los unos a los otros un gesto o una señal de paz»
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Los ministros de eucaristía que distribuyen la Sagrada Comunión deberán usar mascarillas y desinfectar sus manos antes de la distribución de la comunión.
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No se debe negar a los fieles la recepción de la Sagrada Comunión en la lengua.
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Permanece suspendida la distribución de la Preciosísima Sangre a los fieles.
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Los convivios después de la misa pueden tener lugar, siempre y cuando los alimentos que se compartan sean envueltos individualmente y se sigan los protocolos de distanciamiento social como se señaló anteriormente.